El Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) es un organismo intergubernamental establecido para promover la implementación efectiva de medidas legales, regulatorias y operativas para combatir el lavado de dinero, el financiamiento del terrorismo (AML/CFT por sus siglas en ingles) y otras amenazas relacionadas. Debido a los diferentes sistemas financieros y marcos regulatorios que cada país tiene en todo el mundo, el GAFI ayuda a establecer estándares sobre AML/CFT para que los legisladores de cada país tengan una base sobre la cual regular dichos asuntos.
Las recomendaciones actualizadas del GAFI para un enfoque basado en el riesgo en relación a activos virtuales y proveedores de servicios de activos virtuales han definido con éxito qué es un activo virtual y qué se espera de un proveedor de servicios de activos virtuales (VASP), lo cual se ha incorporado en la legislación interna en todo el mundo. Los países que están invirtiendo tiempo en incorporar la tecnología blockchain a su legislación están siguiendo las recomendaciones del GAFI para gestionar este asunto de manera exitosa y segura.
AML/CFT es el marco regulatorio que establece un estándar en la legislación mundial para el control y la prevención del lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo a través de transacciones monetarias. Los legisladores de todo el mundo emiten leyes que cumplen con AML/CFT para regular la diligencia en la prevención de tales acciones en su jurisdicción, asegurando así que las entidades financieras y no financieras que corren el riesgo de facilitar dichas actividades tomen todas las precauciones para mitigar el problema. Además, según la regulación de AML/CFT, se instruye a las entidades a no solo prevenir, sino también identificar e informar sospechas sobre criminales que intenten utilizar el sistema financiero para el lavado de dinero y/o el financiamiento del terrorismo.
¿Qué es un cripto activo? Definición del GAFI.
Los activos virtuales (cripto activos) se refieren a cualquier representación digital de valor que puede ser intercambiada, transferida o utilizada como medio de pago de manera digital. No incluye representaciones digitales de monedas fiduciarias ni valores.
Para que una criptomoneda se considere un valor, debe cumplir con los cuatro requisitos de la Prueba de Howey: (i) Inversión de fondos u otras formas de consideración como propiedad o servicios; (ii) La inversión debe ser parte de una empresa común en la que los inversores aporten sus recursos para lograr un objetivo común y compartir las ganancias; (iii) Es necesaria una expectativa de ganancia para que una inversión califique como un valor, que puede provenir de un aumento en el valor o de una participación en las ganancias; y (iv) las ganancias deben provenir principalmente de los esfuerzos de otros, lo que significa que los inversores confían en que otra persona haga que la inversión sea rentable, en lugar de sus propios esfuerzos personales. Por último, si hay una Oferta Inicial de Moneda (ICO, por sus siglas en inglés) para la criptomoneda en cuestión, esto la identifica estrictamente como un valor.
Aplicación de las recomendaciones en el contexto de los activos virtuales y los proveedores de servicios de activos virtuales:
El GAFI ha emitido una serie de aplicaciones de las recomendaciones en el contexto de los activos virtuales y los proveedores de servicios de activos virtuales para que las instituciones internas de control y supervisión puedan prevenir AML/CFT en transacciones de igual a igual (P2P); es decir, intercambios en los que no hay intermediarios en la transacción de criptomonedas entre dos partes. Las siguientes medidas están destinadas a mitigar el riesgo de AML/CFT en transacciones P2P:
- Realización de acciones de divulgación al sector privado, incluidos los VASP y los representantes del sector P2P (por ejemplo, consultas sobre los requisitos de AML/CFT en relación con las transacciones P2P).
- Capacitación del personal de supervisión, la unidad de inteligencia financiera (UIF) y las fuerzas del orden.
- Fomento del desarrollo de metodologías y herramientas, como análisis de blockchain, para recopilar y evaluar métricas del mercado P2P y soluciones de mitigación de riesgos, metodologías de riesgo para identificar comportamientos sospechosos y determinar si las billeteras están alojadas o sin alojar, incluyendo la colaboración con programadores/desarrolladores en este ámbito.
- Obligación de los VASP de facilitar transacciones solo hacia/de otros VASP y otras entidades obligadas.
- Imposición de requisitos adicionales de AML/CFT a los VASP que permiten transacciones hacia/de entidades no obligadas (por ejemplo, requisitos de mantenimiento de registros mejorados, requisitos de debida diligencia mejorada).
- Orientación que destaca la importancia de que los VASP apliquen un enfoque basado en el riesgo al tratar con clientes que participan o facilitan transacciones P2P, respaldado por una evaluación de riesgos, indicadores o publicaciones de tipologías pertinentes.
- Emisión de orientaciones y advertencias públicas y realización de campañas de información para crear conciencia sobre los riesgos que plantean las transacciones P2P (por ejemplo, teniendo en cuenta los riesgos específicos planteados por las transacciones P2P a través de la evaluación de usuarios específicos, patrones de conducta observados, riesgos locales y regionales, e información de reguladores y fuerzas del orden).
La “Regla de Viaje”:
Esta regla, que fue introducida por primera vez por el GAFI para las finanzas tradicionales, luego se amplió a los activos virtuales/criptográficos estableciendo que hay un mínimo de información que las entidades de control y supervisión deben recopilar del remitente y del receptor de cada transacción. Debido a la naturaleza descentralizada de la tecnología blockchain, este requisito ha sido un gran desafío para adoptarse con éxito en muchas jurisdicciones en todo el mundo.
Los requisitos de información que se espera que se recopilen son los siguientes: (i) el nombre del remitente; (ii) el número de cuenta del remitente cuando dicha cuenta se utiliza para procesar la transacción; (iii) la dirección del remitente o su número de identificación nacional, número de identificación del cliente, fecha y lugar de nacimiento; (iv) el nombre del beneficiario; y (v) el número de cuenta del beneficiario cuando dicha cuenta se utiliza para procesar la transacción. El GAFI insta a los legisladores a adoptar y regular basándose en este requisito para minimizar la exposición al AML/CFT.
Si bien la adopción de la tecnología blockchain es crucial para la innovación y el progreso de los sectores financieros y tecnológicos de cualquier país, también debe equilibrarse con medidas para prevenir el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo. Las recomendaciones presentadas por el GAFI tienen como objetivo lograr este equilibrio, promoviendo la implementación de las mejores prácticas para el uso de los cripto activos y asegurando que los riesgos potenciales asociados con esta nueva tecnología se mitiguen adecuadamente. A medida que la industria de las criptomonedas continúa evolucionando, será importante que todos los reguladores e instituciones financieras trabajen juntos para promover una innovación responsable y garantizar que se aprovechen plenamente los beneficios de esta nueva tecnología mientras se salvaguarda la integridad de los sistemas financieros.