Changjiang Currency Exchange, empresa dedicada al intercambio de divisas en Australia, ha sido descubierta en un escándalo de blanqueo de dinero de 230 millones de dólares australianos. Gracias a la investigación, la Policía Federal Australiana (AFP, por sus siglas en inglés) descubrió “la mayor y más sofisticada banda de blanqueo de dinero de Australia”, implicada en ciberdelincuencia, tráfico de drogas, de criptomonedas y en delitos violentos. El Australian Financial Review informó de que los cuatro principales bancos de Australia y el Bendigo Bank también estaban implicados. Algunos empleados de estos bancos facilitaban, sin saberlo, las actividades delictivas de la banda.
El comandante del servicio de investigación de la AFP, Kerry Ferry, declaró que el grupo de acusados detrás de la estafa supuestamente engañó a las víctimas haciéndoles creer que estaban recibiendo un alto rendimiento por su inversión. “La mayoría de los fondos depositados en las cuentas bancarias australianas o remitidos por Yangtze Exchange están relacionados con el desarrollo de una aplicación de inversión llamada MetaTrader y otras plataformas de negociación de divisas y criptodivisas”.
Las criptodivisas, tal y como están planteadas, ofrecen a los delincuentes una amplia variedad de herramientas para blanquear y ocultar dinero procedente de operaciones ilícitas. En este caso, se utilizaron para ocultar el rastro de los fondos depositando activos digitales en varias cuentas bancarias de Australia. Otra opción es algo llamado “tumbling”. El tumbling se hizo famoso en 2022 con Tornado Cash. Tornado cash era un token de contrato inteligente y fue una de las pocas mezclas de criptodivisas (Tumbling), que podían utilizarse para ocultar el historial de transacciones “mezclando” una serie de criptomonedas diferentes y redistribuyéndolas de modo que no pudiera identificarse su historial de transacciones. Por el momento no está claro si los acusados utilizaron o no esta herramienta.
Este escándalo de blanqueo de capitales se produce en un momento en que los reguladores australianos habían propuesto recientemente un documento de consulta para la Regulación de las plataformas de activos digitales (Regulating digital asset platforms)). Esta consulta ha recibido críticas porque simplemente “metía con calzador” la regulación financiera actual en la industria de las criptomonedas, no definía tokens específicos y se centraba en las propias bolsas de criptomonedas. El caso presentado anteriormente parecería ser un punto efectivo para la actual posición regulatoria que Australia defiende. El acusado también podría ser declarado culpable de operar como un intercambiador ilegal tanto de activos tradicionales como digitales.
Este es sólo el comienzo del viaje de Australia en la regulación de los activos digitales, y sin duda, los casos futuros y el desarrollo de precedentes serán más esclarecedores en cuanto al futuro de crypto en Australia.
Tomado de:
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